
No siempre fui vieja y creo que sigo siendo interiormente joven. Esta es otra Olga, porque tenía el alma, el corazón , la vida los sueños deshechos y si mirás bien vas a ver el brillo húmedo en los ojos y también podrás ver la determinación de seguir en el camino de la lucha por mis ideas. Al menos lo intenté, me costó, trastabillé muchas veces, me caí otras tantas, pero estoy, no me vendí.
NO ME VENDI. LA SANGRE DERRAMADA NO FUE NI SERA NEGOCIADA POR MI. ¡¡¡NUNCA!!!
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