Recuerdo también que me quedé pensando muy impresionada,a esa fuerza armada de combatientes por la liberación, su conductor les exigía el respeto por la condición humana de los que , a lo mejor, no tenían ningunas ganas de sentirse invadidos, ni de compartir, ni sentían esa fuerza y esa lucha como propia.
Seguramente lo decía con otras palabras pero el sentido es el mismo. Muertos sus conductores, no entiendo por qué, ni como, es como si el sentido y movimiento original se desviara, se fuera dirigiendo a cualquier otro lado, en estos casos al capitalismo aunque se sigan llamando "Comunistas", así pasó cuando murió Lenín y asumió el sátrapa Stalin, cuando cayó ben Bella en Argelia, cuando muere el máximo líder vietnamita.
Años mas tarde pude leer algunos escritos del Che que recomendaba entrenarse en la ternura, sentir como propio el dolor de cualquier hombre en cualquier lugar de la tierra, y escuché emocionada hasta las lágrimas cuando Fidel contó que en Bahía de los Cochinos los yankees fueron derrotados y el che combatió con todas sus fuerzas y sabiduría contra el invasor pero cuando ya se estaban por retirar sintió que alguien gemía y el combatiente dejó paso al hombre y el hombre le abrió las puertas al médico. El Che era médico y había hecho el clásico juramento hipocrático.
Pese al reclamo de sus compañeros para que se alejara del lugar porque la lucha aún no había terminado y podía recibir un balazo desde cualquier escondite , el Che volvió sobre sus pasos hasta que encontró al gimiente que lo miraba con ojos que pedían que no lo abandonaran allí.Tal vez para muchos lo mas humano hubiera sido que lo remata de un tiro en la sien, según costumbre, pero el Che no era un asesino. El médico observó sus heridas y supo de inmediato que ese invasor
moriría en poco tiempo, nada podría hacerse por él y sentándose en la arena, a su lado,le levantó la cabeza, se la acomodó sobre una de sus piernas y mientras con una mano apretaba la del moribundo para transmitirle su fuerza con la otra le acariciaba la cabeza y permaneció así hasta que, minutos después el invasor murió
Esa es una de las diferencias entre los que piensan que el ser humano vale por si mismo, esa es la generosidad de los que creen en la humanidad y saben que el capitalismo es la madrepadre de todos los males que acosan a los seres humanos porque el capitalismo es acumulación y para poder acumular tienen que sacarle a otro lo suyo o gran parte de lo suyo, de lo contrario no podrían juntar, poseer, acumular.
Con los años escuché un reportaje a quien para mi era un ejemplo de lucha inigualable, una entre varias mujeres que habían enfrentado a la Dictadura Militar en búsqueda y defensa de sus hijos que habían sido desaparecidos. Muchas estaban de acuerdo con el accionar de los jóvenes, algunas como Azucena Villaflor militaban desde la panza materna, pero muchas ignoraban en "que andaban sus hijos" y la mayoría estaba en contra porque no compartían esos pensamientos o porque tenían miedo que sus hijos no llegaran vivos al triunfo revolucionario
En esa mujer entrevistada yo había depositado el cariño que me inspiraba mi propia suegra, el dolor de saber que un día fueron y le dijeron que han matado a su hijo, el cariño que me inspiraba la madre de Omar, compañero de mi hermana, padre de mis dos sobrinas mas chicas. Me llamó la atención cómo contaba que sus hijos las habían parido a ellas, a esas madres, a esa maravillosa locura que brinda la fuerza para enfrentarse a todo y a todos por ellos, por sus hijos que no habían caído a la salida de un boliche por deudas de juego, o por borracho pendenciero, o en un conflicto entre bandas de carteles de drogas ni en el asalto a un banco para poder vivir sin trabajar o robándole en una salidera bancaria el sueldo íntegro a un pobre trabajador, previo aviso desde adentro o de acuerdo con la custodia. Esas madres descubrieron que sus hijos desaparecidos, equivocados con el método empleado o no, eran seres altruistas, generosos, capaces de dar la vida para que no hayan chicos de la calle, para que no existan villas miseria, ni chicos sin escuela, sin hospitales, sin médicos, con padres sin trabajo o que ganan insuficiente para que el patrón gane sobre la plus valía que obtiene de sus trabajadores . Esa mujer, a quien yo llamaba mamá Hebe desde que en el 2000 murió mi propia madre, contó que un día uno sus hijos hablaba con ella y le preguntó si traía a la casa a un compañero, ella que le daría a lo que le contestó que "lo que sobra" y el hijo le respondió: No mamá, al compañero se le sirve lo mejor, el mejor plato, la mejor silla, la mejor cama" con lo que estaba diciéndole lo mismo que dicen que dijo Jesús:
NO HAY NADA MEJOR QUE DAR LA VIDA POR LOS AMIGOS ( compañeros, hermanos, semejantes, humanidad).
Todavía la emoción me sacude como corriente eléctrica. No recuerdo si la escuché por radio o si la vi y la escuché por Tv, pero esa frase, "ellos nos parieron a nosotras "me pudo y me largué a llorar.
Hace muy poco mi hermano menor me comentó que todo el aprecio que le tenía, que toda la admiración que ella despertaba en él , se le estaba yendo a la quinta del ñato, como decía mi suegra, doña Enriqueta, de la que no pude despedirme.
Y me contó su indignación, y los motivos de su indignación que tenían que ver con cierta actitud fuera de lugar y prepotente de esta Sra. Hebe de Bonafini y entonces le conté lo que había dicho el sábado anterior al 24 de marzo acerca de "la izquierda" y de que "nadie las había ayudado mas que Luis Zamora" con lo que, lentamente, muy subrepticiamente empieza a hablar con el idioma de los que secuestraron y asesinaron mediante torturas a sus hijos olvidándose de que sus hijos estaban a la izquierda de la izquierda. Y NO LO ENTIENDO.
El tema es fuerte, mis estimados, mejor la seguimos mañana. Quiero terminar el día con una sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario