Supongo que como a todas las nenas, menos las hijas de Máxima Zorreguieta, futura reina consorte de holanda, a las hijas de Felipe y Marissa, futuro rey y reina consorte de España y por ahí alguna que otra princesita ( de las de Mónaco no hablo, no vienen con sangre real por designio de Dios) de pequeñita me gustaba jugar a la cenicienta, esa pobre niña sometida por su malvada madrastra, sus hermanastras y un gato hermano de lucifer. Cenicienta, esa sierva que un día perdió su zapatito y cuando lo encontró, dentro de él venía el príncipe heredero del trono, y miles de estrellitas giraron en torno a ellos, y bailaron un vals y se casaron y comieron perdices y fueron felices y tuvieron muchos hijitos para seguridad y alegría de sus súbditos que los amaron tanto, tanto...
Se me daban algunas condiciones para pensar como lo hacía y en mi imaginación, germinativa como pocas, pensaba que eran suficientes para que un príncipe viniera hacia mí con su dentífrica sonrisa, montado en uno de mis zapatitos o zapatillitas para llevarme en la talonera hacia la felicidad tan deseada.
¡Ah! De niñita me gustaban mucho los cuentos. En verdad no recuerdo si mi madre me los contaba, debe haberlo hecho aunque con sus antecedentes de militante anarquista en las tablas, dudo que nos hablara de príncipes y de princesas,mas me inclino a creer que no eran esos, precisamente, los cuentos que nos contaba.
Vivir tiene sus normas, la principal es que indefectiblemente crecemos y el mundo de los juegos infantiles se va convirtiendo en una serie de "cosas vederes, Sancho, que non creyeres", y ni hablar de las que" padeceres" si no tienes un padre que tenga que levantarse todos los santos días ( y los no santos también) para ir a doblar la cintura con el fratacho y el yeso con sol, con niebla, con viento o con lo que el tiempo y la naturaleza marquen en un piso 5 o 10, o 15,0 20, sin ventanas ni puertas porque toda la luz es necesaria para que el trabajo salga perfecto y no queden marcas que hagan sombras, caminar 20 cuadras de ida y otras 20 de vuelta y llegar molido esperando los fines de semana para hacer y cuidar la quinta de verduras además de hacerle los arreglos necesarios a la casa y con todo el amor del mundo ( mi padre fue el mejor , el mas grande, lo afirmo a reafirmo con los cinco sentidos) amenazarnos con meternos la cabeza dentro del plato si no nos comíamos todo lo que mi madre nos servía porque "comiendo se mantenía la salud" y ellos había pasado hambrunas en sus infancias e inclusive de recién casados a mitad de la década infame. Mi padre, un laburante que dejó la vida en los andamios, trabajó 30 años y se jubiló con la mínima,padeció y temió como ninguno por mi primera operación cardíaca ( cuando las tres siguientes ya no estaba) deprimido por el asesinato de su yerno, "el pibe melena" y por el golpe militar del 76 , tal vez porque distinto a muchos que "no se enteraban de nada", él si se enteraba y eso que mi cuñado desapareció un año después, pero yo había cometido el error de pedirle que cuidara mucho a mi hijito mientras yo trabajaba o no estaba porque había recibido llamadas anónimas. Nos juramentamos no decirle nada a mi madre, su personalidad no nos ayudaría si estaba enterada, pero sabían turnarse con "el conde", un compañero inorgánico aunque adherente para protegerlo.
Si, crecer trae sus historias, las que un@ va haciendo y las que trae de arrastre por sus padres, el ADN y toda la mar en coche. Por eso, creo yo, que los que hemos vivido mas de lo que es posible soportar, a veces tenemos ese gesto involuntario de "no me la vengas a contar a mi", o esa ironía tan desagradable frente a la vida o la antipatía por quienes le dan más importancia a una videocasetera que a los motivos que llevaron a ese muchachote o muchachito a cometer un delito, sentirse superiores y son capaces de pedir cárcel y pudrición de por vida ( eso porque no hay pena de muerte pero con gatillo fácil se puede arreglar la cosa y ese negrito de mierda no jode mas a nadie).¿O NO?
Si, la vida tiene sus trampas, sus traiciones, sueños frustrados, hambres de todo tipo no satisfechas, hambre de justicia, de igualdades, de solidaridades, necesidad de luchar por alguien o por algo o por nosotros mismos, para nosotros mismos, hambre de saber, de conocer, de disfrutar y es ahí donde los que pensamos que si cuando fuimos jóvenes queríamos cambiar el país, el hecho de tener veinte años mas no es justificación para descreer de lo que pensamos cuando teníamos toda la fuerza y todas las ilusiones, cuando éramos dueños de las utopías y soñábamos con que dejaran de ser utopías porque habíamos logrado concretarlas.
Yo no creo que necesariamente quién fue rebelde en su juventud forzosamente va a ser conservador en la vejez. Ese es otro cuento, pero no de los que les gustan a los chicos. Ese es el cuento de los que con los años llegaron a tener cierta posición económica y no quieren arriesgar nada de lo que obtuvieron, es el cuento de la pequeña burguesía que aspira a mas o se cree mas, o el cuento forzado de los que cayeron o se mantuvieron tan abajo que los sopapos le machucaron la sesera y le voltearon tantos dientes que prefieren no ver, no escuchar, no pensar, no abrir la boca. No pensando se deja pasar la vida, porque pensar es existir y ya lo dice el refrán popular " mientras hay vida hay esperanza y "no te des por vencido ni aún vencido" al decir de Pedro B. Palacios, no en vano llamado ALMAFUERTE.
Por eso cuando la actual Presidente del país dijo casi como si fuera una gracia para festejar que cuando era joven quería cambiar el país y hoy se conforma con cambiar un barrio, vuelvo a mi datos y conocimientos induciarios de que aquella jovencita, muy jovencita, muy metida en los libros y empeñada en dar materias para recibirse debe haber dispuesto de muy poco tiempo para militar y que lo que si tiene es pico y verbo( seguramente sin faltas de ortografía) pero lamentablemente a involucionado de revolucionaria a progresista, y entonces se entiende porqué no le gusta "disfrazarse de pobre porque" nunca fue pobre," aunque algunos viejos colectiveros aseguran que su padre fue de la UTA, chofer de colectivos, y no se entiende ni el porqué no fue pobre, pues los choferes no son los dueños de los colectivos, tal vez algunos lleguen a ser "componentes" y punto, no mucho mas y en otras oportunidades diga que fue hija de un laburante.
De todos modos, llamemos las cosas por su nombre, aquella jovencita jamás fue revolucionaria, fue sí de la JUP, apenas cerca de la clase trabajadora y con muchas aspiraciones a dejar de estarlo y escalar posiciones sociales por eso tal vez crea en serio, si, en la llamada inclusión social olvidándose que a ella le resultó cortísimo el tiempo de espera ni siquiera fue a un colegio del estado, no tuvo que esperar lo que para la mayoría dura una vida o no la alcanzan nunca) porque casualmente, por obra del amor, eso no lo pongo en duda, se casó con quién gracias al oficio de su abuelo , colaborador del ejército en la tristemente célebre Patagonia trágica o rebelde, heredaría bienes suficientes, apellido y poder como para llegar donde llegó .Pico y verba sí, pero...¿cuadro político?...¡Vamos! ¿Cuentitos infantiles a esta edad? ¡Cheeee!
Una cosita mas: ¿Donde está Luciano arruga y Jorge Julio Lopez? ¿Los siguen buscando o ya dejaron? Pregunto, de puro curiosa no mas.
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