Como el agua que orada las piedras. como el sol que amanece diariamente aunque las nubes tormentosas lo tapen, como el clavo enmohecido del que hablaba Pedro B. Palacios, ALMAFUERTE, el último de los poetas románticos, como el amor de madre sin condiciones, así yo elejí vivir de acuerdo a mis principios. Sin ellos no soy, dejo de ser libre, dejaría tirada mi humanidad por caminos que solo me conducirían al ridículo. Me equivoqué mucho, muchas veces, también reparé muchos errores, otros no y créanme que aún me pesan. ¿Saben cuales son los que más me lastimaron? Los que al errar perjudicaron a otros. No hay derecho, por eso siempre leerán en mis escritos autocrítica,autocrítica,autocrítica. Ese es para mi el camino. ALGO DE LO QUE LA "CLASE DIRIGENTE" NO SABE NADA Y NO LE IMPORTA.
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